Un adulto promedio en Estados Unidos estuvo expuesto a 1.4 fake-news durante la elección que dio la presidencia a Trump. ¿Basta eso para incidir en una elección? ¿Para polarizar el ambiente? No es posible saberlo, pero levanta una pregunta mucho más importante: ¿Quién se convertirá en el árbitro de la verdad?