¿Qué partido ha aportado más votos a la alianza opositora en las últimas elecciones?

¿Qué partido ha aportado más votos a la alianza opositora en las últimas elecciones?

¿Qué partido ha aportado más votos a la alianza opositora en las últimas elecciones? 150 150 DEFOE MX

De camino a las elecciones del 2024, todos tienen claro quién es el partido político más poderoso. Después de las elecciones más recientes, MORENA es el partido que más gubernaturas tiene, el partido de mayoría en el congreso y el partido del presidente. Los partidos de oposición han estado ocupados para lograr consolidar sus alianzas y así competir en los comicios por venir. No solo en las elecciones presidenciales, sino también en las gubernaturas y los espacios legislativos que estarán por renovarse. Para entender cuál es la composición de la alianza opositora quise analizar cómo se han distribuido los votos en las elecciones en las que han ido juntos. ¿De los partidos en la alianza, cuál es el que más aporta y cuál es el que menos?

En la jornada electoral del año pasado, seis estados renovaron sus gubernaturas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. En esas elecciones la alianza opositora logró ganar en dos estados, en Aguascalientes y en Durango.

El partido que más aportó en ambos estados fue el PRI, que recibió el 66 % de los votos en el Estado de México y 75 % en Coahuila. El PAN consiguió 27 % y 23 % respectivamente. El PRD consiguió 7 % en el Estado de México, y apenas un mínimo 2 % en Coahuila. Este cambio en la proporción de votos tiene una explicación sencilla: tanto el Estado de México como Coahuila han sido dos estados en donde el PRI ha creado bases de apoyo a lo largo de décadas. Coahuila confirmó este apoyo; la gran sorpresa fue la caída del bastión del Estado de México.

Los datos recuerdan la importancia de las fuerzas estatales en la construcción de las coaliciones. La alianza opositora tendrá que consolidar sus liderazgos locales para potenciar su capacidad de ganar en el 2024. Esto implica que la unidad entre partidos disímiles como el PAN y el PRI se mantenga también a un nivel más granular, en regiones en las que uno u otro partido han sido dominantes durante mucho tiempo por encima de sus ahora aliados.

Entre los dos partidos, el PRI creó durante el tiempo que fue gobierno estructuras de apoyo territorial y redes de militantes y simpatizantes sólidas en los estados que gobernó. Muchas de estas no han logrado en los últimos comicios darle a los partidos la ventaja suficiente para conseguir triunfos. Una de las razones que lo explique puede ser que las estructuras locales responden a liderazgos locales que en ocasiones tienen objetivos divergentes con los de los comités ejecutivos nacionales de los partidos. Este desafío –el de lograr que las fuerzas estatales sean capaces de convocar a los votantes que en elecciones pasadas no han acompañado a la alianza Va por México– es uno de los más importantes para el 2024.

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